Fracturas de escapula

Las fracturas de la escápula son lesiones poco comunes causadas, generalmente, por traumatismos de alta energía. Estas fracturas pueden estar asociadas con otros daños graves que pueden poner en peligro la vida del paciente. Su tratamiento varía según el grado de desplazamiento y angulación, aunque la mayoría se tratan de forma conservadora. En algunos casos se necesita intervención quirúrgica. Un adecuado estudio radiológico es crucial para evaluar estas fracturas. La fisioterapia desempeña un papel importante en la rehabilitación para prevenir secuelas.

Qué son las fracturas de la escápula

Las fracturas de la escápula son lesiones poco frecuentes que se producen debido a traumatismos violentos. Estas fracturas afectan al hueso de la escápula, también conocida como omóplato, que se encuentra en la parte posterior del hombro.

Estas lesiones pueden ser causadas por accidentes automovilísticos, caídas desde una altura o impactos directos en la zona del hombro. La gravedad de las fracturas de la escápula puede variar, desde pequeñas fisuras hasta fracturas más complejas con desplazamiento o fragmentación del hueso.

Es importante destacar que las fracturas de la escápula suelen estar asociadas con otras lesiones graves, ya que los traumatismos que las causan pueden afectar también a estructuras cercanas, como los huesos de la columna vertebral o las costillas.

El diagnóstico de las fracturas de la escápula se realiza a través de estudios radiológicos, como radiografías simples o TC, que permiten evaluar la gravedad de la lesión y determinar el tratamiento adecuado.

En general, el tratamiento de las fracturas de la escápula se realiza de forma conservadora, es decir, sin necesidad de cirugía. Sin embargo, en algunos casos, especialmente cuando hay un desplazamiento significativo del hueso, puede ser necesario recurrir al tratamiento quirúrgico.

La recuperación de las fracturas de la escápula suele requerir un proceso de rehabilitación y fisioterapia, con el objetivo de restaurar la movilidad y la fuerza en el hombro afectado y prevenir posibles secuelas.

Causas y factores de riesgo de las fracturas de la escápula

Fracturas de escapula Dra. Ana Alfonso Fernández

Las fracturas de la escápula suelen ser consecuencia de traumatismos violentos, como accidentes automovilísticos o caídas desde una altura considerable. Estos impactos bruscos y de gran fuerza pueden provocar la fractura del hueso de la escápula.

Existen diversos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir una fractura de la escápula. Uno de ellos es la participación en actividades deportivas de contacto o de alto impacto, como el rugby o el ciclismo de montaña.

Otro factor de riesgo es la edad avanzada, ya que con el envejecimiento, los huesos se vuelven más frágiles y susceptibles a sufrir fracturas. Además, la presencia de osteoporosis, una enfermedad caracterizada por la disminución de la densidad ósea, también aumenta el riesgo de fracturas en general, incluyendo las de la escápula.

Además, ciertas condiciones médicas, como la artritis reumatoide o la osteoartritis, pueden debilitar los huesos y hacerlos más propensos a fracturarse.

Síntomas y diagnóstico de las fracturas de la escápula

Las fracturas de la escápula pueden presentar una variedad de síntomas, los más comunes son:

  • Dolor intenso en la zona de la escápula
  • Inflamación y hematoma alrededor del área afectada
  • Dificultad para mover o levantar el brazo
  • Deformidad visible en la espalda o en el hombro

Para realizar un diagnóstico preciso, se pueden utilizar diferentes pruebas de imagen, entre ellas:

  • Radiografía: para identificar la presencia de una fractura y determinar la extensión del daño
  • Tomografía computarizada (TC): ofrece una visión tridimensional más detallada del hueso y las estructuras circundantes

Además, es importante que se realice una evaluación exhaustiva de los síntomas y un historial clínico completo del paciente. Esto permitirá al médico establecer un diagnóstico preciso y determinar el mejor enfoque de tratamiento para la fractura de la escápula.

Tratamiento conservador de las fracturas de la escápula

El tratamiento conservador es la opción principal para la mayoría de las fracturas de la escápula. Consiste en inmovilizar la zona afectada con un cabestrillo durante varias semanas para permitir que el hueso consolide y se recupere adecuadamente.

Además de la inmovilización, se recomiendan técnicas fisioterapéuticas para mantener la movilidad de la articulación del hombro y prevenir la rigidez. Estos ejercicios, supervisados por un profesional, ayudan a fortalecer los músculos circundantes y a mejorar la función de la escápula.

  • Uso de cabestrillo para inmovilización
  • Fisioterapia para mantener la movilidad
  • Ejercicios para fortalecer los músculos

Es importante seguir las indicaciones del médico para no comprometer la recuperación. En algunos casos, se puede realizar seguimiento mediante radiografías para evaluar el progreso y asegurar que la fractura se está curando adecuadamente. En situaciones donde hay fracturas severas o desplazamiento significativo, puede ser necesaria la intervención quirúrgica.

Fracturas de escapula Dra. Ana Alfonso Fernández

Recuerda que cada caso es único, por lo que es fundamental contar con la orientación de un especialista en el tratamiento conservador de las fracturas de la escápula. Siguiendo adecuadamente las indicaciones médicas, se puede lograr una recuperación satisfactoria y minimizar las posibles complicaciones.

Indicaciones para el tratamiento quirúrgico de las fracturas de la escápula

 
  • Existen indicaciones claras para determinar cuándo es necesario optar por la cirugía en el tratamiento de las fracturas de la escápula.
  • Los estudios previos han establecido criterios basados en el desplazamiento y la angulación de la fractura para determinar la necesidad de tratamiento quirúrgico. También es importante revisar si la fractura afecta o no al área articular del hombro, la glena. 
  • Un buen estudio radiológico es fundamental para evaluar correctamente las fracturas de la escápula y determinar la necesidad de cirugía. Dicho estudio debe incluir siempre un TC. 
  • El tratamiento quirúrgico puede ser necesario en casos en los que el hueso se haya desplazado significativamente o no se haya curado correctamente.
  • La decisión de realizar una cirugía en las fracturas de la escápula se basa en la importancia de restaurar la función del hombro y prevenir secuelas a largo plazo

Rehabilitación y fisioterapia en las fracturas de la escápula

La rehabilitación y fisioterapia desempeñan un papel crucial en la recuperación de las fracturas de la escápula. Estos procesos ayudan a restaurar la movilidad, fortalecer los músculos y prevenir posibles secuelas.

El plan de rehabilitación se diseña de manera individualizada, teniendo en cuenta la gravedad de la fractura, la presencia de lesiones asociadas y las necesidades específicas de cada paciente. En las primeras etapas, se pueden realizar ejercicios suaves de movilidad y fortalecimiento, evitando cualquier movimiento que pueda ejercer presión sobre la escápula fracturada.

A medida que avanza la rehabilitación, se incorporan ejercicios más dinámicos, centrados en mejorar la amplitud de movimiento y fortalecer los músculos alrededor de la escápula. Se pueden usar técnicas como masajes terapéuticos, terapia de calor o frío, y ejercicios de estiramiento.

Además, es fundamental seguir las indicaciones y recomendaciones del fisioterapeuta, tanto durante las sesiones de rehabilitación como en el cuidado diario en el hogar. El cumplimiento del programa de ejercicios y las pautas de cuidado contribuirán a una recuperación óptima y a evitar complicaciones.

  • Realizar ejercicios suaves de movilidad y fortalecimiento.
  • Incrementar gradualmente la intensidad y dificultad de los ejercicios a lo largo del tiempo.
  • Incorporar técnicas de terapia manual y terapia física para promover la recuperación.
  • Seguir las indicaciones del fisioterapeuta y cumplir con el programa de ejercicios recomendado.
  • Evitar actividades que puedan sobrecargar la escápula durante el proceso de rehabilitación.

Otras lesiones relacionadas con las fracturas de la escápula

Las fracturas de la escápula pueden estar asociadas con otras lesiones graves, además de comprometer la propia estructura ósea de la escápula. Algunas de las lesiones relacionadas que se pueden presentar son:

  • Fracturas asociadas del húmero: En casos de traumatismos violentos, es común encontrar fracturas tanto en la escápula como en el húmero. Estas fracturas pueden requerir un enfoque terapéutico multidisciplinario y, en algunos casos, la intervención quirúrgica.
  • Lesiones del manguito de los rotadores: La fuerza del impacto que causa una fractura de la escápula también puede lesionar el manguito de los rotadores, que es un conjunto de músculos y tendones en el hombro. Estas lesiones pueden provocar dolor, debilidad y limitación del movimiento, y a menudo requieren de tratamientos específicos.
  • Luxación de hombro: En ocasiones, una fractura de la escápula puede ir acompañada de una luxación de hombro, donde el hueso del brazo se desplaza de su ubicación normal en la articulación. Esto puede generar un dolor intenso y limitación significativa en el movimiento del hombro.
  • Lesiones de la columna cervical: En algunos casos de traumatismos graves, las fracturas de la escápula pueden estar asociadas con fracturas vertebrales en la columna cervical. Estas lesiones deben ser evaluadas y tratadas de manera adecuada para evitar complicaciones posteriores.

Es fundamental abordar de manera integral todas las lesiones relacionadas con la fractura de la escápula, ya que su adecuado tratamiento y rehabilitación contribuirán a una recuperación óptima y a prevenir posibles secuelas a largo plazo.

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