La clavícula es un hueso muy importante para mantener la correcta funcionalidad del hombro. La clavícula se articula con el esternón y el acromion, (una parte de la escápula) de tal forma que mantiene la tensión adecuada de los músculos que movilizan el hombro, como el deltoides. La clavícula también protege los nervios y los vasos sanguíneos desde el cuello hasta el hombro.
¿Cuáles son las posibles causas de una fractura de clavícula?
El mecanismo lesional más habitual es el de traumatismo indirecto, se produce tras una caída sobre el área lateral del hombro o sobre la mano. Ambos traumatismos generan una fuerza de compresión que fractura la clavícula. Casi en un 80% de los casos, las fracturas afectan al tercio medio, en un 15% al tercio lateral y en menos de un 5% al tercio medial clavicular.
¿Quiénes padecen fracturas de clavícula?
Es más frecuente en menores de 20 años en relación con accidentes deportivos siendo más predominante en varones.
Síntomas de las fracturas de clavícula
Estas fracturas generan habitualmente dolor e impotencia funcional que limita la función y movilidad del hombro. Habitualmente se tiene una sensación de que algo cruje cuando se trata de levantar el brazo afectado.
Suele aparecer una protuberancia o hinchazón a lo largo de la clavícula o en la articulación acromioclavicular. El hueso raramente atraviesa la piel. Pero, si el desplazamiento de los fragmentos es muy importante, se puede producir sufrimiento cutáneo, pudiendo aparecer heridas más adelante.
¿Cómo se diagnostican?
Suelen ser suficiente un correcto estudio radiológico con radiografías en proyecciones adecuadas.
En determinadas ocasiones puede requerirse un estudio más completo con TC que nos permite realizar a los especialistas de hombro reconstrucciones tridimensionales desde la propia consulta para evaluar todos los fragmentos, su desplazamiento y planificar su reconstrucción.
¿Cuál es el tratamiento de las fracturas de clavícula?
La mayor parte de las fracturas claviculares se tratan de manera conservadora mediante un cabestrillo entre 4 y 6 semanas. Puede recomendarse cirugía para fracturas con mucha conminación (varios fragmentos óseos), si hay gran desplazamiento entre los fragmentos, o si hay sufrimiento cutáneo importante. En pacientes jóvenes y activos puede recomendarse la cirugía para facilitar la incorporación precoz del paciente a su actividad laboral y/o deportiva. La cirugía consiste en realizar una osteosíntesis, es decir, recolocar los fragmentos óseos en su posición original y mantenerla utilizando implantes como placas y tornillos.